Hace 10 años se emitió el último episodio del que es probablemente el mejor animé de la década pasada. Fullmetal Alchemist Brotherhood (FMA), que sigue fielmente el manga creado por la mangaka Hiromu Arakawa.
Ver esta serie diez años después de su primera emisión resulta un ejercicio interesante, más allá de ir dirigida a un público amplio, es un animé serio, o al menos las temáticas que aborda lo son. Tiene la sutileza de integrar con una fuerte cuota de humor, la naturaleza humana en toda su complejidad, desde una mirada filosófica y por sobre todo política.
El viaje de Ed y Alphonse Elric hace de una portentosa excusa para entregar una visión del mundo crítica, escenificada en un formato steampunk que la hace llamativa visualmente. FMA presenta varias tramas, todas influidas por el contexto en el que el mundo es presentado. El país de Amestris ha desarrollado un Estado militar de carácter expansivo y fuertemente belicista, aparenta ser una sociedad ordenada y relativamente tranquila para sus ciudadanos. La historia de los hermanos Elric se desarrolla en este contexto, ellos (y la gran mayoría de los personajes) desconocen la naturaleza real de quien o quienes les gobiernan, y mucho más acerca de los crímenes de guerra concentrados en pueblo Ishval.
Ed ingresa al ejército como un alquimista estatal ("perro del estado", según los mismos integrantes del ejército) gracias al coronel Roy Mustang, un alto mando del ejército que participó y cuestionó el genocidio que su país realizó en Ishval. El gran talento de Ed y su determinación le permiten entrar al ejercito sin cuestionar abiertamente la realidad. Sin embargo, la aparición de una serie de personajes como Isaac McDougal (El Alquimista de Hierro) y Cicatriz (en quien profundizaré mas adelante) quienes buscan a través del caos, el desorden público y la "anarquía", eliminar al rey y a los alquimistas estatales respectivamente, es que Ed y Alphonse van adquiriendo mayor conocimiento respecto a Amestris.
El sujeto y el Estado
Uno de los aspectos más interesantes de FMA Brotherhood pasa por esta relación entre protagonista y Estado. No es menor que Hiromu Arakawa quisiera incorporar este detalle respecto a cómo es que Edward Elric se enlista como un funcionario del Estado, pues su búsqueda no tiene que ver con servir, sino que persigue adquirir cierta licencia para encontrar lo que el entiende le permitiría recuperar el cuerpo de su hermano y sus extremidades, y esta es la piedra filosofal.
Este camino para Edward y Alphonse no es simple. Una vez con este permiso, para poder hacer y deshacer, favorecido por el de Ed rol como alquimista estatal, tienen la posibilidad de encontrarse con la piedra, pero sabiendo cuál es su origen: millones de vidas humanas a cuestas. El horror que significa esto, lleva a los hermanos Elric a prometerse que no utilizarán este método, pues se encuentra inscrito en un dilema profundamente ético, que termina siendo uno de los planteamientos más importantes de FMA Brotherhood: no se puede seguir el mismo camino, y por ende, no se puede continuar siendo un "perro del estado".
Dicho horror lleva a Ed y Alphonse a comprender el rol que ha tenido este estado militarizado y genocida, promoviendo una guerra civil en Ishval y buscando generar nuevos conflictos armados entre hermanos en otras ciudades como Lior. Los hermanos Elric, gracias a los mismos testimonios de Roy Mustang y su equipo, entienden que esto se trata de violencia de estado, pero ¿a partir de qué intenciones?
La alquimia y el capitalismo
La alquimia forma un escenario interesante en FMA, una regla general y básica: el equilibrio de las cosas. Históricamente la alquimia ha sido el estudio de la naturaleza, de gran presencia en los últimos 2000 años previos al surgimiento del método científico, sin embargo, la piedra filosofal se persiguió precisamente para poder "pasar" de la regla general y adquirir un beneficio. Algo así como el comodín de los juegos de cartas. La alquimia en sí, en FMA tiene por sobre todo una naturaleza noble, es un aprendizaje respecto al ciclo de la vida de las cosas, así como hay un inicio hay un fin, así como yo entrego algo, tú también. Sin embargo, entiende que en ocasiones pueda existir la intención de querer pasar por alto de esta regla general: El deseo de unos pocos incluye el sufrimiento de muchos.
La aparición de los homúnculos (personificados en los ya conocidos siete pecados) van dando forma a este poderoso y ambicioso padre, quien se alimenta de "vidas humanas" pues sustenta su poder gracias a la sangre derramada (en forma de piedras filosofales), realizando un supuesto equilibrio al sacrificar estas almas para su propio beneficio. El poder, basado en la acumulación de piedras, se sustenta en cuanto a miles de vidas (y pueblos) sacrificadas y condenadas al sufrimiento. Comienza a surgir entonces este nuevo antagonismo, ente que habita bajo la capital de Amestris: Central.
La ley de equivalencia se cumple, pero bajo un formato basado en la mentira y el engaño, aprovechando la debilidad y fragilidad humana. Padre no es humano, enrostra la falla y toma provecho de ello: "crean en dioses, crean en reyes, déjense llevar por sus emociones, destrúyanse entre ustedes". Arma y propicia un escenario, pues necesita que la gente se crea el cuento y se sacrifique para él, para su ambición. Es notable en el episodio 35 cuando May Chang le comenta a Cicatriz la extraña sensación que tuvo al pisar por primera vez Amestris, cito: "Sentí algo raro cuando entré a este país, una fuerza bajo mis pies (...) un montón de personas moviéndose como gusanos".
Lo anterior se une a la forma en que Padre se hace cada vez más poderoso. Gran parte de la serie transcurre en las cloacas, allí se desarrolla un monto importante de la trama. Allí, Padre tenía un sistema de tuberías que formaban su trono, junto con ello una serie de engranajes que en un oscuro escenario eran la edificación de lo que sería una posición estratégica, los cimientos del palacio de gobierno. El poder del Estado está sujeto al deseo del padre.
Hay en esto una lógica capitalista que atenta contra la ley de equivalencia. Padre representa esta irrupción en el poder del Estado desde su propio deseo. Entiende que, para nutrirse de mayor poder necesita de almas humanas, a las cuales sacrifica y asesina en un genocidio intencionado en Ishval. La alquimia propondría que el fruto de los medios de producción tuviese como base un principio de equivalencia, sin que exista este aprovechamiento de un grupo o un privado. En ese sentido, la producción de piedras filosofales tiene cierta similitud con el dinero en la sociedad capitalista.
Odio y reparación de la violencia de
Estado
Cicatriz se presenta en el anime casi como un terrorista y es perseguido con vehemencia por el ejército. Es acusado en un inicio de ser el asesino de los padres de Winry, sin embargo, sus motivaciones no pasan por ser meramente un terrorista ni un asesino. Durante la serie se hacen varias referencias a que sus actos están movilizados por el odio, y en ese sentido FMA Brotherhood peca un poco de moralista. Sin embargo, da por sentado que hay un daño irreparable. Cicatriz vio morir a su pueblo durante el exterminio del pueblo Ishval, y allí, a su hermano en manos de Kimblee (el alquimista carmesí), lo que se articula como uno de los tantos motivos que tiene para deshacerse de todos los "perros del estado". Se hacen también algunas referencias al verdadero nombre de Cicatriz, lo que es muy interesante, pues nunca queda claro, haciendo énfasis en su apodo, el cual tiene un sentido específico.
Arakawa quizás entiende que el actuar motivado por el odio en términos alquímicos no dirige hacia ningún lado, pues no cumple del todo con la ley de equivalencia. Cicatriz logra conocer a Winry y percatarse que ella ha sufrido tanto por la pérdida de sus padres como él por su hermano y su pueblo, saber que él mismo generó ese sufrimiento lo lleva a replantear su sentir. Esto se suma a haber conocido al Mayor Miles, un ishvalano mestizo quien trabaja para el ejército de Amestris.
Cicatriz recuerda las palabras de su maestro (ep. 39) "Tolerar no es perdonar (...) no se debe perdonar la crueldad del mundo. Debes tolerar, debes indignarte, pero sobre todo tolerar. Romper con la cadena de odio". El pueblo ishval tenía un fuerte estigma encima de su color de piel, ojos y cabello. Eran asociados a terroristas y delincuentes, situación que tiende a hacer eco de múltiples genocidios en la historia de la humanidad.
Si bien Cicatriz no opta un camino benevolente, tampoco continúa matando a los alquimistas estatales. Gracias a su gran poder logra enfrentarse al Rey Bradley y darle muerte, su historia adquiere cierta conclusión una vez realizado el golpe de Estado y siendo Roy Mustang quien comienza un proceso de reparación política y cultural del pueblo Ishval.
Algunas conclusiones
Arakawa entrega su visión del mundo y con ello lo que ella considera ideal hacia el final. No cabe duda de que lo hace a partir de una historia y universo complejo, interactuando entre un mundo oriental y uno occidental, dando la sensación de cierta preocupación por la influencia occidental en la cultura oriental y principalmente japonesa, es llamativo que ningún personaje del manga lleve un nombre o una referencia a Japón, siendo lo más cercano los oriundos de Xing, lo que sería algo así como China.
El capitalismo va en la dirección contraria a la ley de equivalencia. Los medios de producción, los privados y las lógicas mercantiles se contraponen a cualquier intercambio equivalente. Edward hacia el final del animé señala que los sacrificios son propios, se debe entregar algo para recibir. Pero que los dolores se superan, y al superarlos se gana algo tan grande como un corazón de acero. El capitalismo se saltaría siempre este sacrificio, pues quien realiza el sacrificio siempre es otro, y una inversión jamás será un sacrificio.
En ese sentido, el origen del Enano del frasco (quien luego se convierte en Padre) se relaciona a la muerte de un esclavo, Arakawa plantea que esa tremenda ambición, encuentra sus orígenes en la adquisición de gran poder, pero también en lo que genera la desigualdad de castas y clases sociales. Solo una gran "deshumanización" podría provocar tamaña podredumbre del alma y tal desconexión con los propios orígenes. Si bien es cierto que el Enano del frasco no es humano, la autora sugiere que finalmente el Estado y el sistema económico y social de turno se rige por estas mismas lógicas no humanas.
Hacia el final la mayoría de los
personajes logran redimir sus angustias. Incluso los homúnculos se encuentran
con una otredad a la cual ven con cierta ambivalencia, pues más allá de admitir
el ridículo que implica ser humano, se anhela su forma de vida: amar y tener amigos y familia. Haciendo eco de aquella temprana conversación entre Van Hohenheim y
Padre, cuando este aún era el Enano del frasco (ep. 40). Este fin humanista en Fullmetal
Alchemist Brotherhood la convierte en un animé que opta por un camino, el del
sacrificio por un bien mayor, propio o colectivo, personal o social. Repasa el
conflicto clásico tomado por la mayoría de las historias memorables, pero se
hace cargo de los conflictos de los sujetos modernos, y enrostra a quien la ve
que el corazón de acero se obtiene tras la lucha y la lucha es muchas veces
dolorosa, pero una vez superada no puede ser vencida.
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