Un año difícil, pero un buen año cinematográfico, ah. Aquí va nuestra lista de lo mejor del 2019 en cuanto a cine y series.
Dolor y Gloria (Dir. Pedro Almodóvar - 108 min.)
Película española protagonizada por Antonio Banderas, quien personifica a un director de cine transitando por una crisis creativa, provocada por una serie de enfermedades somáticas que lo tienen sumido en un gran desapego del mundo exterior. Explorando el mundo del teatro, el cine, las drogas y la propia infancia del protagonista, Dolor y Gloria es un viaje por el descubrimiento y el redescubrimiento de lo que nos lleva a determinado lugar en el mundo, es un sentido recorrido con cierto gusto autobiográfico, algo ecléctico, como nos tiene acostumbrados Almodóvar. Quizás podrá ser eventualmente una obra algo narcisista, pero de ese narcisismo necesario, ese que construye algo, Pedro lo comparte y lo hace con lo que mejor sabe hacer, dirigiendo.
Joker (Todd Phillips - 121 min.)
Bullado film del universo cinematográfico de DC Comics, que cuenta el origen de Joker, encarnado en la figura de Arthur Fleck (un enorme Joaquin Phoenix). Explora de manera hábil cómo la mente humana debe adaptarse en entornos de vulnerabilidad social y enfermedad mental, contemplando una fuerte crítica a la desigualdad socioeconómica y haciendo presente la creciente tensión entre clases sociales que la actualidad permite reflexionar. Es una película sobre la rabia, un retrato magistral sobre la salud mental, así como también de la salud mental de la sociedad. Phillips logra equilibrar la denuncia social en un metraje altamente comercial, del cual se pueden desprender innumerables análisis, probablemente superando las expectativas que se tenían de su trayectoria cinematográfica. Son notables sus referencias a Kings of Comedy y Taxi Driver de Scorsese. Ah, y Hildur Guðnadottir es sobresaliente en el BSO.
Years and years (Russell T. Davies, 6 episodios - 60 min.)
Miniserie producida por la BBC y HBO que relata la vida cotidiana de una familia británica a partir del año 2019 proyectada en los próximos años. Years and years tiene un estilo similar a lo que nos tiene acostumbrados Black Mirror, pues realiza el ejercicio de poner a personas al servicio de la tecnología más moderna, y juega con como va modificando la manera de relacionarnos, sin embargo, añade un contexto concreto: la realidad, siendo lo político el tema central. Los aires de guerra, el populismo politiquero, y bueno, así los años pasan. Una serie sobre el impacto que generan en la gente común y corriente los juegos políticos, si en House of Cards o Game of Thrones los protagonistas eran quienes gobiernan, aquí podemos presenciar la otra parte, y como esto tiene efectos en distintas esferas de la vida. Years and years es arriesgada y peligrosa, a partir de la sátira busca ser predictiva (The Simpsons eres tú?), no quedando muy claro si lo consigue, o no Donald?
Unbelievable (Susannah Grant, Michael Chabon, Ayelet Waldman, 8 episodios - 50 min.)
Miniserie de la CBS, que relata de manera cruda el proceso policial e investigativo de una violación a una adolescente que pertenece al servicio social estadounidense. Busca mostrar y denunciar los protocolos periciales en los cuales los sistemas policial y judicial establecen para estos casos. Se trata de una miniserie que permite diferenciar las formas del fondo, señalando que la forma es medular ante una temática en que el género es una cuestión esencial. Una abofetada al poder judicial y a las policias, y también un drama que expone un tópico complejo y muy actual de manera portentosa. Encuentra su fuerte en sus interpretaciones: Toni Colette y Merrit Wever.
The Irishman (Martin Scorsese - 209 min)
Para quienes hemos seguido la carrera de Scorsese, ya se nos hacía atractiva una película de larguísima duración que aborde una temática que el director maneja a cabalidad, y que además contara en su reparto con Joe Pesci y De Niro. Si además le sumamos a Pacino se volvía casi un sueño. En el papel, es una obra que pudo haberse realizado al menos una decada atrás, sin embargo es una película que devela un malestar intrínseco y propio de la actualidad: la vejez de todos sus protagonistas, vista esta como un problema, como una caducación, como la muerte. Tanto para hablar de lo que rodea a la película, como su guión mismo, la vejez se alza como un tema a discutir, el proceso de rejuvenecimiento (a través de un logrado CGI), la forma de distribución (Netflix versus salas de cine), la anacronía de la temática (mafia, gángsters), y la lógica de la inmediatez versus el ritmo pausado, el proceso mediato, no por nada son 3 horas y 29 minutos de metraje. En fin, tanto Scorsese como el reparto bordean los 80 años, evidentemente la vejez y la eventual pérdida de vigencia es lo que ronda a The Irishman, sin embargo, es perfecta en su estilo, siendo incluso resistencial a los tiempos actuales. La vigencia es lo de menos.
The Virtues (Shane Meadows, 4 episodios - 60 min)
Miniserie inglesa de 4channel, que consta de 4 episodios, creada por el director de This is England, Shane Meadows, que nos sumerge en la historia de Joe (Stephen Graham, Snatch, Boardwalk Empire) un hombre de unos 40 años con un, aparente, tormentoso pasado. Utilizando como recurso confusos y desgastados flashbacks (metraje de los 80') aborda principalmente la fragilidad de la infancia, la precariedad de los servicios sociales de menores, así como también el abuso. The Virtues es una serie dura, madura y necesaria. En un año donde el abuso sexual se ha convertido en un tema que se debe abordar, series como esta se vuelven indispensables para comprender el trauma y con ello, aliviar desde la comprensión a quienes han tenido que sufrirlo. Cinematográfica y musicalmente se vuelve muy atractiva, contando con la participación de PJ Harvey quien se encarga del BSO.
The Lighthouse (Robert Eggers - 110 min)
De la mano del director de The VVitch (2017) Robert Eggers, nos hace testigos de lo que ocurre en una remota y fría isla donde se emplaza un faro, el que debe ser cuidado por un viejo farero y su ayudante (gigantescos Willem Dafoe y Robert Pattinson). Entre el terror, el suspenso y el surrealismo The Lighthouse es una película que transita distintos espacios emocionales y filosóficos, siendo el más claro el de la masculinidad, o el terror a esta. Con un lenguaje simbólico la mayoría del metraje, busca darle profundidad a una temática trascendental y filosófica de la vida masculina a propósito del enfrentamiento que se tiene ante la autoridad, el padre, el trabajo, y la sexualidad. Filme de alta densidad, de formato acotado y un blanco y negro necesario, y por sobretodo de vasta sobremesa.
Chernobyl (Craig Mazin, 5 episodios - 60 min.)
¿Cómo era posible que una de las mayores catástrofes humanas de la historia, la cual ameritaba un enorme proceso reflexivo, no tuviera una representación cinematográfica como lo merecía? Una historia llena de mitos, de informaciones olvidadas y enterradas, y a la vez apasionante para cualquier aficionado a la historia reciente. Lo que ocurrió en Pripyat, Ucrania en 1986 fue tremendo, y por ningún motivo puede quedar en el olvido. No sé si Chernobyl llega en el momento indicado, quizás se dejó esperar bastante, sin embargo lo hizo de la mejor manera, siendo una miniserie de culto desde sus primeros minutos, pretendiendo ser lo más fiel a la realidad posible. Uno de los grandes logros de Chernobyl son las reflexiones que evoca, y no solo a partir de su excelente reparto y guión, sino de como se nos presenta el paso del tiempo, es decir, como ha envejecido luego de más de 30 años la historia, la forma de hacer las cosas, o de no hacerlas. El compromiso con aquello político que impide ver la realidad social, por más que se pregone y sea parte del discurso. Chernobyl era algo que el cine nos debía, en este caso llegó en la era de las series, superando con creces cualquier expectativa al respecto. Otra vez, la destacada Hildur Guðnadottir es la encargada del BSO, con un escalofriante resultado.
Parasite (Bong Joon-Ho, 132 min)
Corea del Sur generalmente logra meter muchas películas en las recomendaciones de este blog, y aún más si vienen de la mano de Bong Joon-Ho. Hemos mencionado lo fuerte que es la denuncia de la desigualdad social en Corea del Sur, y quizás Parasite no escapa mucho de aquella premisa, y me parece que está bien que así sea si lo van a hacer de la manera en que está realizada. Lo curioso y distinto de Parasite es que no busca el típico proceso de empatización con los familia protagonista, entiende que son víctimas de un sistema abusivo, sin embargo cuestiona sus intenciones a propósito de la complejidad de los tiempos actuales. Lo cómico es también dramático, e incluso terrorífico, pues aquel sistema abusivo permite lo trágico, lo inverosímil, lo increíble y no en el buen sentido. Parasite podría llegar a ser catalogada como una angustiante película de terror si no tuviera un inicio tan ameno y cómico, la desigualdad social es terrorífica, es rocambolesca. El matiz que nos propone Bong Joon-Ho, se relaciona al ridículo que produce el sistema, el cual tiene que ver siempre con un otro (y lo que este tiene), sin importar cuanto se tiene, pues lo cultural siempre nos hará vivir en falta. Es la trampa del sistema.
No hay otra película como Parasite, tremendamente necesaria, así como también necesario su análisis. Bong Joon-Ho es un artista interesante, que entiende a cabalidad la cultura surcoreana, logrando además el vínculo necesario con el exterior como para impactar cultural y emocionalmente en el mundo entero.
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