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Whiplash: Sangre por grandeza

Probablemente sea "la película independiente del año". Éxito en la crítica mundial, tanto por su potente desarrollo, como por el tremendo personaje que ejecuta J.K. Simmons (sí, el mismo del aww yeah meme). Se convirtió en la sorpresa de la jornada (15-ene) al ser nominada al Oscar como Mejor Película, a pesar de que ya venía con el estandarte de haberse adjudicado el premio del jurado en el Festival de Sundance.

Whiplash (2014) es exhaustiva. Cansa, y de verdad. Pero no en el mal sentido, de hecho, jamás pierde el ritmo, incluso lo mantiene durante todo el film hasta la intensa recta final. Nos sumerge -o ahoga, si se quiere- en esta historia que nos introduce en la tradicional dicotomía del estudiante-maestro, llevado a la exigencia más cercana al abismo existente. En el constante pensamiento de que lo que estamos haciendo en cualquier momento nos puede llevar a la muerte; pero ojo aquí, no es porque sean las reglas del juego, sino porque para ser el mejor, se debe sudar sangre (casi literalmente).

Andrew Neiman (Miles Teller), un joven baterista de jazz de 19 años, es captado por un exigente maestro (Terrence Fletcher, interpretado por J.K Simmons) el cual es conocido por utilizar metodos exigentes con sus estudiantes. Las altas expectativas que Andrew tiene de si mismo y de su prometedora carrera como jazzista, se verán interferidas por Fletcher, que pondrá a prueba el talento de Andrew hasta las ultimas consecuencias. La constante búsqueda de perfección por parte de Fletcher, llevará a Andrew a replantearse sus sueños, cambiando así la forma en la que vive.

Ser un grande
"Charlie Parker se conviertió en "Bird" luego de que Jo Jones le tirara un platillo por la cabeza"

La ambición de Andrew por convertirse en un gran exponente del jazz es grande. Y esto bien lo sabe el profesor Fletcher. El jazz es un estilo musical riguroso, sacrificado y complejo. "It's not my fucking tempo" repite Fletcher una y otra vez a lo largo de la película. El sacrificio como forma de vida, como una carrera hacia un sueño. Ser un grande implica sacrificar la vida, trabajar y vivir en función del sueño perseguido, la grandeza viene por añadidura. Andrew estudia en el conservatorio de jazz más prestigioso de Nueva York y logra entrar en la orquesta de Fletcher, es aquí donde es testigo y objeto de las humillaciones y agresiones que reciben los alumnos todo para lograr la perfección musical, cualquier evidencia de lo contrario, debe ser erradicada -según la filosofía de Fletcher-.


La familia de mierda
La historia familiar de Andrew no es la mejor. Su padre fracasó como escritor y sólo hace clases en una escuela secundaria; Por otro lado, su madre lo abandonó cuando era apenas un bebé. En esta concepción de éxito que constantemente nos plantea Whiplash, se muestra claramente en la escena de la reunión familiar, en la que unos primos cabeza de músculo llegan a hablar de sus partidos de fútbol, lo que obviamente -para la familia- es mucho más importante que la carrera de jazzista de un soñador chico de 19. Los padres y familiares apagadores de fuego por excelencia, por lo general, no se detienen a alentar a sus hijos músicos, ni menos cuando tienen ambiciones alejadas de los estándar, como estudiar una carrera universitaria, o ser un exitoso deportista con más músculo que cerebro, como sus familiares. Andrew ni siquiera piensa en esa vida llena de falsos amigos innecesarios, ni tampoco un amistad como la de Lennon y McCartney, sino que prefiere vivir como Charlie "Bird" Parker.

"I’d rather die drunk, broke at 34 and have people at a dinner table talk about me than live to be rich and sober at 90 and nobody remembered who I was". 

El sacrificio es completo
El jazz es sinónimo de perfección. Y para esto es necesario sudor, sangre, y por qué no, lágrimas. Andrew, tiene apenas 19, y como todo joven de esa edad tiene ciertos intereses; pero su ambición es tan grande, que tampoco puede darse el lujo de tener novia, y no por que no pueda, sino porque prefiere no tenerla. Nicole (Melissa Benoist) parece ser la chica que todo joven quisiera, pero Andrew opta por desecharla, su carrera de jazzista es más importante para él, y para convertirse en un grande debe prescindir de cosas que puedan evitar alcanzar su sueño.


Buen trabajo
La filosofía de Fletcher es clara. No deberían existir los límites, ni menos los autolímites. Si él no practicara su enseñanza jamás habrían nuevos Buddy Rich o Jo Jones. El Jazz no es para cualquiera, y bien lo aplica Fletcher en su drástica forma de enseñar. "No hay dos palabras en nuestro idioma más dañinas que "Buen trabajo". No existe otra cosa peor que dar por algo como excelente, cuando esto puede ser mucho mejor. Y aquí Fletcher explica su filosofía; La práctica ilimitada para alcanzar una meta, cualquiera que esta sea. Práctica cuyo iniciador debe ser un ente humillante, que nos haga caer tan bajo, que queramos llegar lo más alto posible, para no volver a estar allí donde nos dejaron. 

"There are no two words in the english language more harmful than “good job”.

La película -que por momento toma rumbos de thriller psicológico por el desgaste emocional de Andrew, ante las violentamente bienintencionadas clases del maestro Fletcher- no de cae en ningún momento, incluso J.K. Simmons logra interpretar a unos de los personajes más odiados de la historia del cine, y Chazelle, mostrar una historia potente e intensa que nos manifiesta que entre el abismo y la grandeza no hay mucha distancia.





Recomendada para: Quien guste del buen drama, de la buena música, y por supuesto del jazz. Ah, y para quien disfrute viendo a alguien haciendo sufrir a otro, casi a lo snuff.

Ficha
Nombre: Whiplash
Año:2014
Director: Damien Chazelle
Guión: Damien Chazelle 
Música: Justin Hurwitz
Fotografía: Sharone Meir
Reparto: Miles Teller, JK Simmons, Melissa Benoist, Paul Reiser, Austin Stowell, Jayson Blair.
Género: Drama, Música (Jazz)

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