Black Mirror (2011-) es una serie británica que ya lleva algunos años dando vueltas en múltiples reseñas de Internet y sitios web, y la verdad, es que no reseñarla aquí sería el pecado capital más grande desde que mataron Kickasstorrents. Charlie Brooker, su creador, ha mencionado que además de las influencias en las que han devenido el producto final de Black Mirror, también se inspira en el mundo real, del cual comenta lo raro y extraño que es. No por nada ha salido presidente de EEUU, Donald Trump, y si nos ponemos más pesados, hay gente que cree que con un like le das un plato de comida a un niño hambriento. Justamente lo que Brooker quiere, es que el público se aterrorice con lo que ve, más allá de ser un mero producto televisivo, o recreacional. Precisamente, ese es el gran acierto de Black Mirror, pues cada capitulo supone un desafío para el espectador, aun más, el título, en cierta medida lo propone: es un espejo (ni tan oscuro) de nosotros mismos. Los personajes que
Sobre lo sublíme del nefasto cine